sábado, 10 de marzo de 2007

Ayer fuimos a cenar a Ohlala y alrededor de las 24 nos tomamos un taxi hasta el cine Atlas de Lavalle al 800. "Buenas noches, dos para Apocalypto de las 0.40, por favor". Entramos y bajamos dos pisos. ¡Qué película más rara! Al principio fue algo aburrida, se me piantó algún que otro lagrimón y, después de dos horas y pico, culminó la función. Próxima parada: el Obelisco. Nos quedamos ahí sentados con algunas parejas melosas, algunos ebrios, un vagabundo y un poli poli. De repente, una rata! Así que fuimos a sacar dinero y a un extranjero que olía a alcohol se le quedó la tarjeta metida en el cajero. Pobrecito. Beso. "¿Mañana me llamas?" Después un taxi para acá, otro para allá. Resumen de mi vida (con detalles exclusivos) al señor taxista y listo, a la cama.

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